Después de una noche entera cazando gamusinos, el levantarme no iba a ser mejor. Pero bueno, son ya las diez de la mañana y no me apetece estar más en la cama. Así que me levanto, y me dirijo medio sonámbulo a la cocina. Me tomo un vaso de leche (fría, porque no tenemos microondas… ¿¡¡Dónde voy a hacer yo ahora mis bolsas de palomitas!!?), voy al baño a lavarme un poco la cara (sólo un poco, eh?, que hace frío) y vuelvo a la habitación a hacer la cama y a terminar de recoger todo lo que dejé ayer de por medio. Todo eso con mi mejor intención… Entro la habitación, abro la puerta de la ventana y… Corro la cortina… Bueno, eso fue lo que intenté hacer… La realidad es que me quedé con la cortina en la mano, y cuando me estaba preguntando que qué había pasado, sentí cómo mi delicada cabeza era golpeada sin compasión por un objeto contundente, no quedando ahí la cosa cuando algo me envolvió y siguió golpeándome, todo ello sin darme apenas tiempo a reaccionar debido a mi cansancio después de toda una noche de caza. Una vez que vi que ya no sucedía nada más, aparté la cortina de mi cabeza. Entonces lo vi: me había cargado la cortina… bueno, no la cortina, sino donde va colgada la cortina… A mi alrededor estaban tanto la barra como el soporte de la barra de la cortina. No sabía yo que las cortinas en Edimburgo tenían tan malas pulgas…
Resultado: Benito sin cortina y con chichón.
Cortina kaput.
4 comentarios:
Fede : ¿Benito que te ha pasado que me traes un chichón?
Respuesta de Benito : Tenias que ver como ha quedado el otro.....
Benito 1 Cortina 0
si no teneis microondas como comeis? se puede calentar algo sin él?
Después de decenios, he vuelto a calentar la leche en un simple y, a la vez, utilísimo cazo.
De ahí a la olla cogida con ganchos sobre la chimenea solo hay un paso.
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